El antivirus tradicional hoy día ya no es la solución idónea para prevenir “breaches” o violaciones en el endpoint – de hecho, realmente es el problema. El antivirus se queda muy corto para enfrentar a los ataques cibernéticos de hoy día. Tan cierto es este argumento, que aunque las soluciones de antivirus se dicen “proteger” a todos tipos de endpoints y servidores en el mundo, las violaciones a los protocolos de seguridad siguen a la alza. Las organizaciones que estén considerando reemplazar a su antivirus tradicional con una tecnología más avanzada, deben de considerar seleccionar a un producto que ofrezca un valor superior, no solo en términos monetarios, sino también en términos de la efectividad de la solución.
El factor más crítico para determinar el valor en cuanto a seguridad que le puede aportar una tecnología es la efectividad de la solución. La efectividad, en este caso debe medirse por la capacidad de responder a las siguientes características:
1. Desempeño de la función a realizar
2. Persistencia inherente
3. Flexibilidad
Vamos a explorar a cada una de las anteriores.